El Dar

jueves, 4 de diciembre de 2008

Foto en el hospital Robert Reid Cabral ...
El Dar
Entonces, un hombre rico dijo: Háblanos sobre el dar.
Y él profeta contestó:
Das muy poca cosa cuando das de lo que posees.
Cuando damos algo de nosotros mismos es cuando realmente das.
¿Qué son tus posesiones sino cosas que atesoras por miedo a necesitarlas mañana?
Y mañana, ¿qué traerá el mañana al perro que, demasiado previsor, entierra sus huesos en la arena sin huellas mientras sigue a los peregrinos hacia la ciudad santa? ¿Y qué es el miedo a la necesidad sino la necesidad misma?
¿No es, en realidad, el miedo a la sed, cuando el manantial está lleno, la sed es inextinguible?
Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento y su deseo oculto malogra sus regalos.
Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Son éstos los creyentes en la vida y en la magnificencia de la vida y su cofre nunca está vacío.
Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio.
Y hay quiénes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.
Pero también hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, ni dan conscientes de la virtud de dar.
Dan como, en el hondo valle, da el mirto su fragancia al espacio.
A través de las manos de los que como esos son, Dios habla y, desde el fondo de sus ojos, El sonríe sobre la tierra.
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo.
Y, para la mano abierta, la búsqueda de aquel que recibirá es mayor goce que el mismo dar.
¿Y hay algo, acaso, que podrás guardar? Todo lo que tienes será dado algún día.
¡Das ahora!, que el tiempo de dar sea tuyo y no de tus herederos.
Si decís a menudo: "Daría, pero sólo al que lo mereciera." Los árboles en vuestro huerto no dicen así, ni lo dicen los rebaños en vuestra pradera.
Ellos dan para vivir, ya que guardar es perecer.
Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches, merece, seguramente, de nosotros todo lo demás.
Y aquel que mereció beber el océano de la vida, merece llenar su copa en nuestro pequeño arroyo.
¿Y cuál será el mérito mayor que el de aquel que da el valor y la confianza -no la caridad- del recibir?
¿Y quiénes somos nosotros para que los hombres nos muestren sus senos y nos descubran su orgullo para que así veas sus merecimientos desnudos y su orgullo sin confusión?
Mira primero si nosotros mismos merecemos dar y ser un instrumento del dar.
Porque, a la verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que nosotros, que nos creemos dadores, no somos sino testigos de la vida.
Kahlil Gibran
Nota:
MTBdominicana quiere ayudar a alegrarle la Navidad a los niños que están internos en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral. Mas adelante les daremos los detalles.

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