La higiene personal de un ciclista

Después de un buen recorrido, la higiene personal es clave para el buen funcionamiento y recuperación del organismo; en este caso, el aseo de partes como los órganos genitales es primordial.

Entre los ciclistas se imponen rigurosas medidas de higiene que van más allá de las del resto de los atletas. La no observación de estas medidas puede incidir directamente en enfermedades, lesiones e infecciones.

Todos sabemos que el ciclista está expuesto a los elementos externos como sol, lodo, agua, polvo y otros factores que inciden directamente sobre la piel, poros, ojos, sistema auditivo y vía respiratoria. Una buena higiene evitará el riesgo de infecciones por parásitos microbianos, animales y vegetales, irritaciones por rozamiento con el uniforme, entre otros.

Las uñas deben estar limpias y cortadas perfectamente, sin aristas, para impedir que puedan producir lesiones.

Pero si hay una zona a la que dedicar una especial atención es a la zona perineal. En esta región se carga el peso del cuerpo durante muchas horas, al tiempo que se produce un continuo roce con el sillín. Un mal diseño de éste o que no se adapte a nuestra anatomía por su forma o dureza, así como una licra con costuras, de dudosa calidad o demasiado "nuevas" pueden crear forunculosis o una induración perineal que obligue a pasar por el quirófano o a permanecer con una sonda por un buen tiempo.

Las mujeres no están exentas de infecciones o irritación, por lo que una adecuada higiene de sus órganos sexuales después de un recorrido largo bajo condiciones de calor extremo, lodo, pasar ríos caminando o mucho polvo, son la clave para evitar tales molestias o problemas de mayor gravedad, así como la ropa que utilicen durante la actividad.

Fuente: Puromtb.com